Intuición, sensibilidad, creación, innovación, virtuosismo… Su muerte nos ha dejado un legado precioso; una obra trascendente y de raíces puras, marcada por la visión de un genio y por una intuición innata, improvisaciones efímeras y nostálgicas, vividas y sentidas, mágicas. Unos paisajes interpretados con una gracia y una pasión de ensueño. Un virtuosismo que proviene de una técnica que nace de un sentimiento, de una paz interior, de una forma de ser y de una cultura; el flamenco.
El hijo de la luz, después de cada actuación envolvía su guitarra con su camisa y la guardaba en su funda… decía que así sonaba mejor. La camisa era para él la prenda que regocijaba su alma. Paco de Lucía era un hombre que se alimentaba con sus propias manos, que cazaba como un depredador todo lo que quería comer y que tenía un espíritu insaciable.
En la redonda
encrucijada,
seis doncellas
bailan.
Tres de carne
y tres de plata.
Los sueños de ayer las buscan
pero las tiene abrazadas,
un Polifemo de oro.
¡La guitarra!
“Seis caprichos” – F. García Lorca
Un hombre nacido en el seno de una familia muy pobre pero alimentado de amor y alegría destinado a ser uno de los más grandes músicos de la historia. Cuando escuchas su música entiendes lo que quiere decir “esta música tiene alma”.
Gracias Paco por esta lección,
Josep Mª Barrufet Iglesia
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