La música es probablemente una de las Artes más difundidas y con mayor capacidad de comunicación, la forma más antigua de expresión, que surge con la misma palabra hablada, y una forma de terapia para quien la toca y para quien la oye.
La música, a través de sus elementos (ritmo, melodía y armonía) es capaz de estimular, potenciar y desarrollar habilidades sensoriales, motrices, cognitivas, emocionales, de comunicación y de expresión.

Lo que entendemos por Musicoterapia según la World Federation of Music Therapy:
“La Musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos como una intervención en los ámbitos de la salud, educativos y cotidianos con individuos, grupos, familias o comunidades que tratan de optimizar su calidad de vida y mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicacional, intelectual y espiritual.  La investigación, la práctica, la educación y la instrucción clínica en la Musicoterapia están basadas en estándares profesionales según contextos culturales, sociales y políticos”.  (WFMT, 2011)

Aunque esta definición se cita con frecuencia, no es universal.  Muchos musicoterapeutas han construido su propia definición y casi todas las asociaciones de musicoterapia del mundo han creado su definición oficial, que refleja los conceptos y las prácticas de sus miembros. Cabe destacar la definición propuesta por Edith Hillman Boxill: en forma amplia, la musicoterapia es el uso de la música como herramienta terapéutica para la reconstrucción, conservación y mejoría de la salud psicológica y mental, para la habilitación, rehabilitación y mantenimiento de las habilidades conductuales, evolutivas, físicas y sociales”.

Para concluir, citaremos la definición más concreta que hace Tom Plach de la musicoterapia de grupo: “La musicoterapia grupal es el uso de música o actividades musicales como estímulo para promover nuevas conductas y para explorar metas individuales o grupales en un contexto grupal. Las cuatro ventajas del  empleo de la música son evocar sentimientos, proveer un vehículo para la expresión, estimular la verbalización y proveer un punto de partida común”

MUSICOTERAPIA PREVENTIVA

La Musicoterapia Preventiva es una práctica que utiliza la música, el sonido y el movimiento para potenciar los núcleos sanos de salud, encaminada a desarrollar el potencial de la salud individual y/o colectiva.  El objetivo de la terapia es fomentar o mejorar la salud.

La salud, desde una visión holística positiva e integral, se refiere no sólo a la ausencia de enfermedad, sino al desarrollo de las potencialidades del ser humano y comprende  todos sus elementos (cuerpo, mente, espíritu), y la relación del individuo con los ámbitos más amplios de la sociedad, la cultura y el medio ambiente.  Consiste en el proceso de desarrollar al máximo nuestro potencial para la plenitud individual y ecológica.
El trabajo principal del musicoterapeuta es brindar a los usuarios las experiencias musicales necesarias para promover la salud.  El espacio musicoterapéutico implica interacción, comunicación, retroalimentación, y exploración, un espacio donde el/la usuario/a podrá conectarse consigo mismo, con sus emociones y con sus deseos.   La expresión artística, en musicoterapia la expresión musical, nace del yo más profundo, moviendo nuestros afectos. Posiblemente contribuya a sobreponerse de situaciones conflictivas y afrontar situaciones estresantes con mayor plasticidad.

Nicoletta Valente